jueves, 6 de octubre de 2022

Premio Nobel de Química para dos estadounidenses y un danés

Carolyn R. Bertozzi, Morten Meldal y K. Barry Sharpless, ganadores del Premio Nobel de Química 2022. Ilustración: Niklas Elmehed © Nobel Prize Outreach

Premio Nobel de Química para dos estadounidenses y un danés

Fue otorgado a Carolyn Bertozzi, K. Barry Sharpless y Morten Meldal por llevar la Química hacia la “era del funcionalismo” y sentar bases para el desarrollo de nuevos fármacos, materiales y otras aplicaciones. 

Una especialista del CONICET explica la relevancia de sus trabajos.

 Por el desarrollo de la “química clic” y la “química bioortogonal”, la Academia Real de Ciencias de Suecia otorgó el Nobel de Química 2022 a Carolyn Bertozzi y K. Barry Sharpless, de Estados Unidos, y Morten Meldal, de Dinamarca. 

Sus conocimientos se utilizan para desarrollar nuevos productos farmacéuticos, mapear el ADN, crear materiales innovadores para la industria y otras aplicaciones.

Sharpless, del Centro de Investigación Scripps, en Estados Unidos, y Meldal, de la Universidad de Copenhague, fueron reconocidos por haber sentado las bases de la “química clic”, una forma funcional de la química que habilita que moléculas o “bloques de construcción moleculares” se unan entre sí de forma rápida, simple y eficaz para crear nuevos compuestos orgánicos. 

Esta técnica se usa ahora a nivel global en laboratorios de investigación y de la industria.

“Sharpless y Meldal descubrieron que dos moléculas, azidas y alquinos, reaccionan eficientemente cuando se agregan iones de cobre. 

Ahora esta reacción (o herramienta de construcción) muy sencilla se está empleando a nivel global en el campo de la investigación y para el desarrollo de nuevos fármacos, materiales poliméricos novedosos, compuestos para delivery de drogas y otras aplicaciones. 

Simplemente sirve para unir moléculas diferentes y crear así nuevos compuestos orgánicos”, indica Carola Gallo, doctora en Química, profesora de Síntesis Orgánica y Química de Carbohidratos e investigadora del CONICET en el Centro de Investigación en Hidratos de Carbono (CIHIDECAR, CONICET-FCEN-UBA).

Carolyn R. Bertozzi llevó la “química click” de K. Barry Sharpless (izq.) y Morten Meldal a un nuevo nivel desarrollando así la “química bioortogonal. Ilustración: Johan Jarnestad/The Royal Swedish Academy of

Por su parte, Bertozzi, de la Universidad de Stanford, llevó la “química clic” a un nuevo nivel desarrollando así la “química clic bioortogonal”

Utilizó los hallazgos de Sharpless y Meldal para desarrollar esa misma reacción dentro del sistema vivo de manera que no fuera tóxica y no afectara a la célula. 

Así pudo “pegar” moléculas a determinadas partes de la célula con la ayuda de microscopía de avanzada, “iluminar” y mapear glicanos, biomoléculas que en las superficies de las células cumplen importantes funciones biológicas para la vida.

Bertozzi, también pionera y referente del colectivo LGTB en las ciencias, “contribuyó notablemente a desarrollar la glicobiología química, que es el área que estudia qué hacen los glicanos en el ser vivo. 

Los glicanos están formados por carbohidratos complejos (azúcares) y son fundamentales en los procesos biológicos, por ejemplo, en cáncer, infecciones por virus y bacterias”, indica Gallo.

Ciertos glicanos se encuentran en la superficie de las células cancerosas y de alguna manera protegen a esos tumores. 

“Bertozzi tuvo la genial idea de pegar anticuerpos contra esos glicanos con enzimas que descomponen a esos glicanos y así, de esa manera, poder atacar el tumor”, explica Gallo.

En esa línea, los trabajos de Bertozzi han sido útiles para el desarrollo de nuevos fármacos contra el cáncer que ahora se están testeando en ensayos clínicos.

Poco se sabía sobre los carbohidratos complejos y su acción. “Bertozzi pudo incorporar a la célula un azúcar con una azida y a partir de su desarrollo de la química clic bioortogonal pudo pegar moléculas fluorescentes a la célula y así seguirlas con el microscopio. Realmente es muy acertado decir que la investigadora laureada iluminó la célula y comenzó una nueva era”, destaca Gallo.

Muchos especialistas en Química se han visto impulsados por el deseo de construir de manera artificial moléculas cada vez más complicadas en farmacéutica e investigación con propiedades medicinales y de otro tipo, pero lo han hecho por medios que generalmente requieren mucho tiempo y son muy costosos de producir. 

Los trabajos de Bertozzi, Sharpless y Meldal facilitan que estos procedimientos sean más sencillos, económicos y directos.  

“Sus hallazgos son muy importantes para el desarrollo de fármacos porque aportan diversidad en las últimas etapas. 

Generalmente, los medicamentos poseen una estructura líder que se va refinando colocando distintas partes diferentes en la molécula, y así tener muchas moléculas diversas para poder probar contra micoorganismos que generan enfermedades. La reacción clic te permite hacer eso”, indica Gallo. 

Y concluye: “En nuestro instituto trabajamos sobre estos temas, entendemos la importancia de los glicanos, y estamos muy contentos con este premio porque la química orgánica ha permitido generar grandes avances en la glicobiología.”

Por Bruno Geller

CONICET

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lunes, 3 de octubre de 2022

Baterías de litio Electrolito para celdas Avanza el proyecto para la producción nacional

   

Avanza el proyecto para la producción nacional de electrolito para celdas de baterías de litio

Se trata de ElectroLitAr, línea de investigación llevada adelante por un consorcio público-privado que le permitirá al país ser pionero en la región, satisfacer demandas locales y exportar un producto de muy alto valor agregado en el futuro.

La Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación - Agencia I+D+i otorgará financiamiento -mediante el Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC)- a un proyecto estratégico que apunta a desarrollar las bases para la producción nacional de electrolito. 

Se trata de ElectroLitAr, proyecto que es liderado por investigadores del Complejo Tecnológico Pilcaniyeu (CTP) de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), junto a especialistas del Centro de Química Inorgánica CEQUINOR-CONICET y dos empresas privadas.

El subgerente del CTP-CNEA y uno de los responsables de ElectroLitAr Ing. Daniel Brasnarof, explica que el electrolito es un insumo esencial para la fabricación de celdas y baterías de ion-litio y su producción implica “un desafío tecnológico muy importante que le permitirá al país ser pionero en la región, satisfacer demandas locales y, con el tiempo, exportar un producto de muy alto valor agregado”.

“La producción de la sal LiPF6 de alta calidad, junto con el montaje de una futura planta de fabricación de baterías, nos permitirá contar con un desarrollo propio para completar los tres pilares fundamentales para la producción de baterías nacionales: la preparación de materiales activos, el ensamblado de celdas y la producción de electrolito”, asegura Brasnarof.

Por su parte, la jefa del Departamento Fisicoquímica y Control de Calidad del CTP Dra. Ana Bohé, detalla que "la función de este insumo es proveer los iones de litio que son el origen de la carga eléctrica acumulada en las celdas de baterías de ion-litio". 

Y agrega que actualmente más del 85% de la producción del electrolito (hexafluorofosfato de litio, cuya fórmula química es LiPF6) se concentra en empresas asiáticas, principalmente de China.

Apostando a la transición energética

En el marco de la Convocatoria Proyectos Estratégicos para la Transición Energética, impulsada por el FONARSEC, el proyecto ElectroLitAr fue seleccionado para acceder a un subsidio de $150.493.796, que contempla el trabajo de los próximos tres años a cargo de un consorcio asociativo conformado por la CNEA, el CEQUINOR-CONICET y las empresas Clorar Ingeniería, especialista en escalado de procesos químicos, e YPF Tecnología, dedicada al desarrollo de tecnología aplicada a la energía, en particular a la producción de baterías de litio. 

La inversión total del proyecto será de $ 207.761.796.

El Ing. Brasnarof puntualiza que en el CTP "nos encargaremos de producir la sal del electrolito a escala banco y se definirán los procesos y los parámetros optimizados que se utilizarán en su producción a escala industrial. 

También, vamos a desarrollar el modelo de una Planta Industrial para la producción del electrolito que se utilizaría para satisfacer el requerimiento interno en nuestro país”. 

Y añade: “Por ahora, ya se han realizado las primeras síntesis a escala laboratorio de los precursores de esta sal, lo cual permitió definir la mejor distribución del presupuesto para hacer un uso acorde a las necesidades y requerimientos del proyecto”.

CNEA

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